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| Autorretrato con trece años, 1972 |
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| Entonces hubo un momento en el que no necesitaba traducir las notas: iban directamente a mis manos, 1976 |
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| Autoengaño 1, 1978 |
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| Sin título, 1979 |
Estos cuatro autorretratos son de la fotógrafa Francesca Woodman (1958-1981).
Su corta vida y su extensa obra, más de 800 imágenes celosamente custodiadas por sus padres, la sitúan ya entre los mitos de la fotografía del siglo XX.
Su corta vida y su extensa obra, más de 800 imágenes celosamente custodiadas por sus padres, la sitúan ya entre los mitos de la fotografía del siglo XX.
Sus fotografías son sensibles e intensas, parecen tener vida propia.
El cuerpo es uno de los temas centrales que se observa en las escenas que retrata y ella será su propio modelo cientos de veces, sin llegar a caer en el narcisismo.
En cierta ocasión le preguntaron por qué se hacía tantas fotos de sí misma, ella respondió: "Es una cuestión de conveniencia; yo siempre estoy disponible".
En cierta ocasión le preguntaron por qué se hacía tantas fotos de sí misma, ella respondió: "Es una cuestión de conveniencia; yo siempre estoy disponible".
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